domingo, 8 de marzo de 2015

Doctrinas marianas en la Biblia


Quisiera comenzar este articulo citando lo que dice el párrafo 487 del Catecismo de la Iglesia Catolica (CEC)

487 Lo que la fe católica cree acerca de María se funda en lo que cree acerca de Cristo, pero lo que enseña sobre María ilumina a su vez la fe en Cristo. 

Ahora que sabemos esto, veamos algunos de los fundamentos bíblicos de las doctrinas marianas.

Maria madre de Dios (Theotokos):


"¿Por qué me ha acontecido esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? " Lucas 1, 43 

En la Biblia muchas veces se habla de María, Madre de Jesús. Pero la cita más explícita en cuanto a la maternidad divina de María es la expresión de Santa Isabel al ser visitada por la Virgen María: “Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: ‘... ¿Por qué me ha acontecido esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? ’” (Lc. 1, 43). “Mi Señor” es sinónimo de “Dios”.

Luego añadió Isabel: “Dichosa por haber creído que de cualquier manera se cumplirán en ti las promesas del Señor” (Lc. 1, 45); es decir, lo que Dios le había mandado a decir con el Angel.

Se ve, pues, claramente, que Isabel por inspiración divina, llamó a María “Madre de Dios”.

La Tradición Cristiana desde los tiempos apostólicos comienza a llamar a María “Theotokos” o “Madre de Dios”. Los Santos Padres expresan esto con claridad, defendiendo fuertemente la Maternidad Divina contra todos los que la atacan en una u otra forma. (Catecismo de la Iglesia Católica #495)
 

Virginidad de Maria:


" Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. " Lucas 1, 34 

"¿Cómo puede ser esto, si no conozco varón?" (Lc 1, 34). Así le dijo María al ángel Gabriel cuando éste le anunciaba que Dios la había escogido para ser madre de su Hijo. Es ésta una frase nueva y original. En efecto, en la biblia, Lc 1,34 es el único pasaje en el que una mujer afirma su condición virginal en términos tan claros. Desde la antigüedad cristiana estas palabras fueron objeto de comentarios abundantes y apasionados. 

La interpretación comúnmente más conocida a propósito de Lc 1,34 es que María, ya antes de la anunciación del ángel, había decidido permanecer virgen. Tal interpretación cita en su apoyo a san Gregorio de Nisa (Oratio in diem Natalem Christi: PG 46,1140-1141), y sobre todo a san Agustín (texto principal De Sancta Virginitate 4 4: CSEL 41,237-238), que ha influido grandemente en el pensamiento cristiano de occidente prácticamente hasta hoy. 

Sería ilógico que María respondiera así si no tenía un propósito de permanecer Virgen, ya estando prometida con José y recibiendo el anuncio de que concebirá (en futuro) lo más normal sería que saliera embarazada en un futuro, a pesar de eso, María solo entiende que concebirá (en futuro) cuando el ángel le explica que el Espíritu Santo descenderá sobre ella. Ya versículos antes se nos narra que ella era virgen pero desposada, lo cual significa Jose estaba como novio, era lógico pensa tendrian relaciones por tanto la respuesta de Maria no se entenderia a menos claro esta pensemos ella queria consagrarse al Señor y ser virgen, aun cuando se comprometiera con José. (Catecismo de la Iglesia Católica #496 - #501)



Inmaculada Concepción: 


" El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo:
--¡Salve, llena de gracia! El Señor está contigo. " Lucas 1, 28


La Virgen María, fue concebida sin pecado original, libre de mancha de pecado (eso significa ser inmaculada: sin mancha).

El pecado original es en esencia la privación de la gracia. Significa, entonces, que la Virgen María estuvo adornada con la gracia.

Así lo reconoció el Angel: “Dios te salve,llena de gracia”, la saludó el Angel en la Anunciación (Lc. 1, 28). Este reconocimiento del Angel significa que nunca estuvo privada de la gracia divina.

La doctrina de la Inmaculada Concepción fue oficialmente definida como dogma por el Papa Pío XI en 1854. (Catecismo de la Iglesia Católica #490 - #493)

Asunción al cielo:


" Y apareció en el cielo una gran señal; una mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. " Apocalipsis 12, 1

La misteriosa figura de la Mujer de Apc 12 ha sido interpretada desde el tiempo de los Santos Padres como referida al antiguo pueblo de Israel, a la Iglesia de Jesucristo, y también a la Santísima Virgen. Como quedó dicho, la palabra de Dios puede presentar válidamente diversos aspectos según la diversa capacidad de los que la estudian. 

Ahora nos es lícito referir el texto mencionado a la Virgen María en cuanto que ella dio real e históricamente a luz al Mesías (cfr. V. 5). El Concilio Vaticano II ha enseñado solemnemente que María es tipo o figura de la Iglesia, también llamada madre y virgen, a la que precedió la Santísima Virgen, «presentándose de forma eminente y singular como modelo tanto de la virgen como de la madre…». El cardenal Joseph Ratzinger, (Papa Benedicto XVI), lo resume así: «una mujer revestida por el Sol, o sea, inmersa en la luz de Dios, que la inhabita porque Ella habita en Él. Hombre y Dios se compenetran y se inter­comunican. Los Cielos y la Tierra se han fundido. Por debajo de los pies, la Luna, como signo de que lo efímero y mortal ha sido superado, y que la transitoriedad de las cosas ha sido convertida en existencia perdurable. Y la constelación que la corona significa salvación, pues esas doce estrellas represen­tan la familia nueva de Dios, anticipada por los doce hijos de Jacob y los doce apóstoles de Jesucristo». 

El atuendo de la Mujer es semejante al de Yahvé ( Lc 11, 27-28. ). «En el sol hay calor y esplendor estables –dice san Bernardo-; en la luna solo resplandor completamente incierto y mutable, pues nunca permanece en el mismo estado. 
Con razón, pues, María se presenta vestida de sol, ya que ella penetró el profundo abismo de la sabiduría divina más allá de cuanto pudiera creerse» ( Lc 1, 38. ). Ella realiza el misterio del resto de su descendencia: la presencia junto al Padre y al Cordero en el resplandor de la gloria, porque también los fieles brillarán un día vestidos de sol (cfr. Mt 13, 43), pero la Mujer se anticipa a todos. Es «Asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial, ensalzada por el Señor como reina universal con el fin de que se asemejase de forma más plena a su Hijo, Señor de señores (cfr Apc 19, 16) y vencedor del pecado y de la muerte» (LG, 59). 

Maria Reina:


" Hijas de reyes hay entre tus damas nobles; a tu diestra, en oro de Ofir, está la reina. " Salmos 45, 9 

Si este salmo se le aplica a Cristo ( versículos 45:6 y 7) entonces la reina evidentemente es su madre y esta a la diestra de Cristo. Como Cristo esta en el cielo, el trono de la Virgen debe estar en el cielo, a la diestra de su Hijo, teniendo una posición privilegiada con respecto al resto de la mies “ o los que son de Cristo” . Nuevamente queda demostrado como María forma parte de las primicias de la resurrección, para que así el reino mesiánico tenga un Rey, Jesucristo, Rey de Reyes y Señor de Señores, y una reina madre, gebirah, María Santisima. 

Maria Mediadora:


"si en verdad habéis oído de la dispensación de la gracia de Dios que me fue dada para vosotros; " Efesios 3, 2 

María es Mediadora de todas las gracias, significando como Madre del Redentor, trae al mundo la Fuente de Todas las Gracias entregadas por Dios para sernos entregadas a través de la infalible intercesión de María.

Veneración a Maria:


"¡Desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada!” Lucas 1,48

Por medio de estas palabras que María dijoinspirada por el Espíritu Santo, describiría cual sería la actitud que el pueblo de Dios tendría con ella por todas las generaciones. El pasaje es realmente revelador en tiempos como hoy cuando muchos cristianos no-católicos piensan que al venerar a María como madre del Señor se le quita la gloria que solo corresponde a Dios, pero aquí vemos todo lo contrario. Aquellos llenos del Espíritu Santo no dudarán en alabar a María y llamarla"bienaventurada".

Es importante notar también el verdadero sentido del pasaje. El pasaje no dice: "Todas las generaciones sabrán que soy bienaventurada", o "Todas las generaciones dirán que fui bienaventurada", sino que va mucho más allá: "Todas las generaciones me llamarán bienaventurada", la llamarán a ella, desde ese momento y en el futuro.

¿Eres tu uno de los que pertenecen a las generaciones de los que hablaba María?, no dudes en llamarla bienaventurada, a ella. 

Maria madre de los Cristianos:


" Y cuando Jesús vio a su madre, y al discípulo a quien El amaba que estaba allí cerca, dijo a su madre: ¡Mujer, he ahí tu hijo! " Juan 19, 26 

Juan representa a todos los que, como el, desean ser el "discípulo amado" de Jesús. Como el, llevamos a María a nuestra casa. 

María Santísima es verdaderamente madre nuestra. Ella nos engendra continuamente a la vida sobrenatural. Ella como madre intercede continuamente por nosotros ante su Hijo. Ella siempre nos indica el camino a Cristo y nos concede las gracias necesarias para andar. 

Estas palabras, particularmente conmovedoras, constituyen una "escena de revelación": revelan los profundos sentimientos de Cristo en su agonía y entrañan una gran riqueza de significados para la fe y la espiritualidad cristiana. En efecto, el Mesías crucificado, al final de su vida terrena, dirigiéndose a su madre y al discípulo a quien amaba, establece relaciones nuevas de amor entre María y los cristianos.

Esas palabras, interpretadas a veces únicamente como manifestación de la piedad filial de Jesús hacia su madre, encomendada para el futuro al discípulo predilecto, van mucho más allá de la necesidad contingente de resolver un problema familiar. En efecto, la consideración atenta del texto, confirmada por la interpretación de muchos Padres y por el común sentir eclesial, con esa doble entrega de Jesús, nos sitúa ante uno de los hechos más importantes para comprender el papel de la Virgen en la economía de la salvación.

Las palabras de Jesús agonizante, en realidad, revelan que su principal intención no es confiar su madre a Juan, sino entregar el discípulo a María, asignándole una nueva misión materna. Además, el apelativo "mujer", que Jesús usa también en las bodas de Caná para llevar a María a una nueva dimensión de su misión de Madre, muestra que las palabras del Salvador no son fruto de un simple sentimiento de afecto filial, sino que quieren situarse en un plano más elevado.


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Fuentes:

Las Controversias De La Fe


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